Según un informe reciente de Reuters, Argentina y Turquía encabezan la lista de países con mayor adopción de stablecoins en todo el mundo. La adopción de estas criptomonedas se sitúa en un 23,5% y un 27,1%, respectivamente, en ambos países, y se utiliza para mitigar los efectos de la inflación.
El informe revela que la tasa media de adopción de stablecoins en todo el mundo es del 11,9%. Argentina y Turquía tienen situaciones similares, como altos controles de capital y una inflación creciente, lo que explica su alta adopción de estas criptomonedas. Además, ambas naciones están experimentando una fuerte devaluación de sus monedas.
Otros países que superan la media mundial de adopción de stablecoins son Filipinas, Tailandia, Brasil, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica, Vietnam, Portugal, India y Singapur, con tasas de adopción que oscilan entre el 21% y el 12%.
La inflación anual en Argentina fue del 104%, mientras que en Turquía alcanzó el 50,51%, lo que explica la alta adopción de criptoactivos estables vinculados a monedas fiduciarias como el dólar o el euro, así como de Bitcoin.
La inflación en Argentina ha llevado a Michael Saylor, fundador de MicroStrategy, a sugerir recientemente que el país compre Bitcoin como posible protección contra la inflación. La hiperinflación ha afectado a Argentina este año, con una tasa de inflación que incluso ha llegado al 118%, lo que ha llevado a los argentinos a recurrir a stablecoins como USDC y USDT.
Ehab Zaghloul, científico investigador de Tribal Credit, cree que el mercado de las stablecoins está dirigido a minoristas: “La gente, ya sea minorista o institucional, está pensando en cómo podemos protegernos contra la devaluación de la moneda. Quieren potencialmente tener activos adicionales vinculados a una moneda más fuerte, por lo tanto, cosas como USDC o USDT o cualquier cosa vinculada a una moneda más fuerte como el dólar estadounidense”.
Recientemente, el CEO del exchange argentino Ripio, Sebastián Serrano, señaló que es necesaria una ley cripto en Argentina para mejorar los estándares del ecosistema, optimizar el manejo de los fondos de los usuarios y habilitar nuevas integraciones con bancos y empresas. Serrano afirma que “las cripto no son juegos de azar. Son claramente volátiles, pero no porque haya un generador de números aleatorios detrás, sino porque son una tecnología nueva que está en proceso de adopción, que es difícil de ponerle un precio y que está conectada con un montón de otras cosas. Tal vez lo más sensato es que haya una ley cripto en Argentina, que genere más claridad”.